martes, 11 de mayo de 2010

Estimulación del área cognitiva


El área cognitiva hace referencia a cómo el niño va tomando conciencia de sí mismo y de su entorno, como entidades separadas. A medida que se desarrolla, sus relaciones con los objetos o las personas que le rodean se van haciendo más complejas. Por ello, el objetivo principal de esta área es que el niño elabore estrategias cognitivas que le permitan adaptarse a los problemas con los que se va encontrando en los primeros años. Pero, ¿cómo va elaborando esas estrategias? El niño explora su entorno principalmente mediante el movimiento, es decir, la motricidad gruesa, y lo analiza mediante la exploración de los objetos, principalmente mediante la motricidad fina. Por este motivo este apartado se ha dividido en los diferentes modos de relación con los objetos y conocerlos, aunque en la práctica no son totalmente independientes.


Agarrar objetos:

Una vez que el niño es capaz de fijar su mirada en un objeto que llama su atención, lo habitual es que trate de cogerlo. Desde el nacimiento, el niño es capaz de agarrar un objeto, como consecuencia de un acto reflejo. A medida que desaparece este reflejo, la prensión de los objetos se hace voluntaria. Para facilitar este proceso, se le deben ofrecer al niño objetos, ya sea diciéndole "toma el sonajero" o dejándoselos a una altura que pueda cogerlos, tocarlos y empujarlos. Por ejemplo, se pueden colgar juguetes de su cochecito o de su silla.


Tirar objetos:

Al principio el niño al agarrar un objeto, lo primero que hace es llevárselo a la boca. Esta conducta no sólo es normal en estos momentos ya que es el modo de explorar los objetos, sino que también contribuye a adquirir un importante patrón que será base de posteriores aprendizajes. Más adelante será capaz de agitar el objeto, de golpearlo contra el suelo o una mesa, de tirarlo y de buscarlo. No se deben reprimir estas conductas, aunque en determinados momentos lleguen a ser molestas para los adultos que estén con ellos, ya que la repetición de estas acciones constituye el modo de conocimiento de lo que ocurre con los objetos.

Actividades para realizar con la familia...

Las actividades en familia son indispensables y muy importantes para lograr un acercamiento, uniòn y comunicaciòn entre sus miembros. En estos tiempos en donde la convivencia entre padres e hijos se estan limitando cada vez màs, debemos hacer una pausa y hacer algunos cambios. Podremos tener muchas razones o excusas para no convivir con nuestros hijos, por ejemplo por falta de tiempo, dinero o por trabajo, pero si realmente se tiene el interès por compatir momentos juntos, seguramente que se encontrarà la forma de lograrlo.
Hay muchisimas cosas que se pueden hacer ya sea al aire libre o en casa, gratis o de bajo costo.Para facilitarles a los padres la tarea de buscar aquellas que màs les agraden y en las que pueda participar todos, aquì les tenemos algunas sugerencias:

* Formen una banda familiar y hagan música tomando como instrumentos la cacerolas y sartenes para los tambores, el arroz en botellas de plástico para las maracas.
* Hacer una obra de teatro familiar elegiendo como tema el cuento preferido de sus hijos.
* Jugar a encuentra el tesoro: Se trata de esconder objetos por toda la casa y dar las pistas para encontrar los objetos escondidos. Incluso para que sea màs emocionante, las pistas de cada miembro pueden estar en algùn codigo a decifrar.



Es impotante saber sobre la sexualidad infantil...


El desarrollo de la sexualidad humana empieza con el contacto físico, cuando los bebés son sujetos y acariciados. Eso es necesario y natural que ocurra. No se debe privar al bebé de contactos corporales. Es necesario reconocer al niño como ser sexuado, en relación consigo mismo y con otros, para que se construya una identidad sexual propia. La sexualidad infantil es una de las puertas por la cual el niño desarrolla su personalidad y sus relaciones con la afectividad. La sexualidad es una cosa natural en los seres humanos, una función como tantas otras, como comer, caminar, leer, estudiar, etc. Y como tal, debe ser un tema tratado con naturalidad, honestidad, cariño, y teniendo su propio espacio dentro del proceso educacional del niño.

Algunas orientaciones...



* Para establecer los primeros vínculos es fundamental que los adultos que atienden al niño sean personas que se relacionen con ellos en forma estable, explícitamente afectuosa y
con gran sensibilidad y flexibilidad frente a las manifestaciones y ritmos personales que tienen sus demandas.

* Desde el nacimiento, niñas y niños se sentirán queridos si se les satisfacen sus necesidades básicas y se les expresa afecto, se les habla y presta atención; si son escuchados,considerados en sus intereses y comprendidos y respetados en sus sentimientos y diversidad.

* Es importante respetar las diversas respuestas de los niños frente a las actitudes de acogida de los adultos: desde la placidez hasta manifestaciones mayores como expresiones verbales acompañadas con movimientos de diversa índole.

* Es fundamental generar las condiciones para que los niños puedan moverse y explorar libremente su cuerpo y el entorno inmediato. Ello implica generar diversas situaciones,
con uso de distintos materiales, que les permitan conocer y ampliar sus posibilidades sensoriomotrices.

Hablemos sobre la Identidad de nuestros pequeños hijos



Nuestros niños y niñas necesitan sentirse seguros, confiados, queridos y aceptados para poder desarrollar plenamente los procesos de diferenciación de los otros, descubrirse y conocerse a sí mismos coo individuos singulares, valorar y apreciar sus características personales y familiares y afianzar relacones interpersonales satisfactorias para si mismos y los demás. Estos procesos requieren,además de la internalización de las normas y valores que la sociedad transmite, el control y regulación del comportamiento y el respeto poniéndose en su lugar y comprendiendo sus emociones y necesidades.


La adquisición gradual de la identidad se realiza mediante la construcción de la conciencia de la existencia de sí mismo como sujeto independiente de los otros, y mediante el descubrimiento de las características y atributos que le sirven para definirse como persona con
entidad y características propias, diferenciada de los demás. En este proceso, los niños construyen su identidad sexual que es un juicio sobre su figura corporal, ser hombre o ser mujer, y su identidad de género, que es el conocimiento de las funciones y características
que la sociedad asigna como propias de la niña o el niño. Durante la construcción de la identidad, los niños van apreciando y asignando valor a sus autodescripciones y
evaluando afectivamente el concepto que tienen de sí mismos; de este modo consolidan su autoestima.

La autoestima positiva de un niño es en gran parte la interiorización de lo que le demuestran los que lo rodean, de la confianza que en él se deposita y de sus propias experiencias de logro y satisfacción personal.